La peor enemiga
No era capaz de ayudarla, no podía ni sostener su mirada, me había hecho
tanto daño...
Me lo seguía haciendo.
Sabía que yo sola no podía ayudarla, no sería
capaz de cargar con tanto, pero que por muchas ayudas que recibiera si
yo no ponía de mi parte la pesadilla nunca terminaría.
La odiaba, odiaba su existencia y necesitaba de mi ayuda.
A veces sentía sus gritos, oía los susurros de la desesperación y
luego el silencio inundaba la habitación y podía dormir.
Pero no podía, me había hecho tanto daño…
Me hizo
llorar sin consuelo, gritar, me volví cada vez más pequeña bajo su sombra, me
hizo perder la esperanza y jurarla odio eterno, pero no podía separarme de
ella.
Tenía que ayudarla, tenía que enfrentarme a ella , volver a sostener
su mirada, algún día podría.
A veces gritaba en silencio sonando cada
vez más fuerte: ´´otra oportunidad, esta vez no volveré a estropearlo´´, pero esa frase la oigo todas las
veces.
Entonces le planto cara, la veo de nuevo. Esta vez no miro para
juzgarla ni insultarla, esta vez si la miro a los ojos : ´´otra
oportunidad´´.
Y ahí
estoy yo, de nuevo ante el reflejo del espejo.
L. Vita
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