¿Quiénes somos?

Un chorro de agua invade aquella flor sedienta. Las gotas rodean suavemente sus pétalos, llegan hasta el tallo para desplazarse lentamente y caer sobre la tierra. El viento dificulta el recorrido, dificulta aquel proceso natural, aquella meta. El sol observa, mostrando su apoyo a la flor, el sol confía, el sol espera. Y es esa flor, esa única flor, el reflejo de aquel viento y aquel sol.

Es ese “te quiero”, es esa sorpresa que no esperabas, es esa mirada que tanto llamó tu atención, esa despedida tan difícil, esa traición que tanto dolió. Es todo, es todo lo que recuerdas y lo que no, es ese ayer que se manifiesta hoy.

Recuerdo, recuerdo echando la vista atrás ese olor a café que se adentraba en mi habitación y anunciaba la mañana del sábado, recuerdo saltar de la cama y salir con ella, con mi hermana, al jardín. Aquel jardín, aquel jardín que en su día tuvo hadas, barcos, mundos mágicos. Recuerdo las risas, la despreocupación, recuerdo no ser consciente del tiempo.

Recuerdo esa felicidad.

Recuerdo, recuerdo ese llanto que evitaba pero que acababa llegando, recuerdo aquella tormenta en mi interior. Recuerdo tapar mi cara con aquel cojín verde pensando que así se iría, recuerdo sentirme muy cansada, destrozada, hundida. Recuerdo mis mejillas mojadas, mis manos apretadas y mi respiración agitada.

Recuerdo esa tristeza.

Recuerdo esas ganas de no rendirme, de levantarme con una meta, de seguirla. Recuerdo las ganas que ponía, recuerdo como los bajones acababan con unas carcajadas, recuerdo los “vamos Carmencita” de mi madre, recuerdo cómo los obstáculos los convertía en oportunidades, recuerdo esa actitud tan positiva que interioricé para conseguirlo.

Recuerdo ese esfuerzo.

Todos mis recuerdos son parte de mí, yo soy mis recuerdos, yo soy el resultado del viento que me provoca, y del sol que me salva. Tú y yo somos un reflejo de todo lo que hemos sentido, pero ambos seguimos siendo aquella flor en plena fotosíntesis , ambos tenemos que vencer al viento y mantener al sol.  

C.casu